Cómo tratar la muerte, con niños

Aunque constantemente nos dicen que lo único seguro en la vida es la #muerte, cada vez es menor nuestra relación con ella; Esto debido a que los avances científicos nos han llevado a desterrar la muerte de nuestra cotidianidad, más aún de nuestros niños.

Si bien existen estos #avances #científicos, hay que sumarle la #violencia y algunas de nuestras prácticas irresponsables y lejanas al auto cuidado, entonces ¿porqué no preparar a nuestro #niños a enfrentar la muerte?

Un primer acercamiento al tema puede darse con la muerte de una #mascota, siendo más entendible para el niño y más sencillo para el adulto. Debido a esto podrá con mayor claridad exponer su visión de la muerte e indagar en el niño sus sentimientos y pensamientos frente al suceso.

¿Cómo manejar la situación? ¿Quién le debe informar?

Cuando se presenta la muerte de un ser querido, la noticia debe salir en primera instancia de los padres del menor, si estos faltan debe hacerlo una adulto con un importante vinculo afectivo. El menor debe estar en un lugar que para él represente #seguridad y serenidad, quien comunique la noticia se puede ubicar a la misma altura del niño y abrazar; El mensaje que se le dé al niño debe ser sencillo, concreto y cariñoso (los niños toman las cosas literal), explicando la ausencia del fallecido y la tristeza de la familia.

El adulto debe estar receptivo a las preguntas y expresiones del niño, para dar la orientación necesario siempre hablando con la verdad, sin exceder la información que el menor puede asimilar, así como acompañarlo en el proceso de duelo que el niño empieza, ya que en él pueden surgir miedos acerca de lo que les puede ocurrir a sus cuidadores y temor al abandono.

Se hace importante una diferenciación conceptual entre las enfermedades comunes como las gripes, las lesiones menores y las enfermedades degenerativas. Para eliminar el temor del niño ante estos hechos es importante contestar las preguntas que suelen hacer como si la muerte duele, a dónde van los muertos, cuándo se van a volver a ver, entre otras. Con el paso del tiempo la confusión y la angustia en el menor desaparecerá de forma significativa.